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29-10-2006 ZURUCUÁIN (NAVARRA)
Miguel Reta, conocido en Pamplona por ser uno de los pastores del encierro, formó en el año 2000 una ganadería de Casta Navarra que puso a nombre de su hija, Alba Reta. Lo hizo con vacas, sementales, toros y novillos de distintas ganaderías navarras, en concreto con reses de Adolfo Lahuerta, Vicente Domínguez, José Arriazu, Nicolás Aranda y Ángel Laparte. El ganado pasta entre los pueblos navarros de Zurucuáin y Grocin, muy cerca de Estella.
Allí, en la finca "La Tejería", el ganadero lucha con enorme ilusión y esfuerzo para que la Casta Navarra algún día se vuelva a lidiar en los ruedos. De hecho ya ha comenzado a trabajar de cara a ese objetivo. Está comenzando a realizar una selección de los distintos astados que considera que en un futuro podrían servir para ser lidiados. Con este fin ha realizado hasta el momento dos tentaderos, que contaron con la colaboración y asesoramiento de Victorino Martín o Juan José Padilla entre otros.
Paralelamente, y sin descuidar ese objetivo, está volcado en la preparación de vacas para festejos populares. Debido a su bravura y al juego que brindan, están muy solicitadas en pueblos para diversas actividades, como suelta de vaquillas o recortadores.
El domingo 29 de octubre tuvimos la oportunidad de visitar la finca, y allí el ganadero nos enseñó las distintas reses que actualmente posee y todas las instalaciones de las que dispone. Comenzamos el día bajo un sol radiante y mucho calor. En primer lugar pudimos ver las vacas que Miguel tiene señaladas para los mencionados festejos populares, que se encontraban en la misma finca. Es curioso al verlas que todas, sin excepción, son coloradas, un rasgo típico de Casta Navarra. Con ellas se encontraban también algún novillo, además de sementales y becerros ya marcados con el hierro. Nos mostró también todas las dotaciones destinadas a la cura del ganado lesionado y el lugar para herrar a los toros.
Posteriormente subimos al monte, donde Reta tiene las reses pastando en libertad. Allí pudimos observarlas de cerca durante un buen rato, su comportamiento, su actitud al ver acercarse al hombre… Después, y tras darles de comer, recorrimos gran parte de los terrenos que posee el ganadero. Llegamos hasta la plaza de tientas, donde fuimos observados en la distancia por un grupo de becerros que pastaban tras los arbustos, tímidamente y a escondidas, y que debido a su corta edad todavía estaban sin herrar.
Ahí acabó la visita al ganado, puesto que después llegó una gran comida en la propia finca, y tras ella una larga tertulia, en la que Miguel nos explicó unos recientes análisis genéticos que se habían llevado a cabo en su ganadería para demostrar, científicamente, que la Casta Navarra, hoy en día todavía existe.